miércoles, 8 de abril de 2009

Doña Juana...

A los hombres nos premian -sin concursar- con el galardón de Don Juan (personaje ideado por José Zorrilla y que se convirtió en un seductor despiadado por una apuesta) por ser la especie humana que predica la infidelidad y la promiscuidad con una libertad y frescura que las mujeres censuran. Sin embargo, es injusto sólo afirmar que los hombres y no las mujeres explotan el don de la mañosería. Es igual de injusto precisar que de la población potencialmente amorosa, la porción más grande de la torta mañucona se la comen los muchachos y no las chicas.
Para las féminas desinformadas o ciegas voluntarias, en este mundo que sataniza la infidelidad también habitan chicas que fungen de Doña Juana, chicas que también son infieles y promiscuas. Chicas de la vida alegre que no son rucas. Muchachas que ligan con la pluralidad masculina, y van a casa a dormir tranquilas, o si pueden, duermen con el chico de turno.
No trato de librar a los de mi género de aquella frase que dice que “todos los hombres son iguales”, refiriéndose a la innegable herencia de ser infieles o putos. Sin embargo me sumo a quienes en silencio piensan que “no todas las chicas son iguales”, pues hay chicas que veneran la pendejada, la joda de estar con uno y otro, pero lo callan.
Para las mujeres es más fácil afanar a un calzonudo. Mientras los chicos se esmeran por portarse como unos caballeros o disfrazarse de Romeo, a las chicas les importa poco ser la Julieta de sus ojos, y aprovechan que son curvilíneas, de senos apetecibles, caderas espectaculares, rostro precioso, y hacen babear a los galanes que se quieren levantar.
Que los chicos apelen a una sinceridad mentirosa y bajen a pedradas la luna y las estrellas, para que las chicas la guarden bajo la almohada, es una estrategia que aún se utiliza, y que las chicas han pirateado con fortuna para aplicarla en su andar en el exquisito camino de la conquista.
Aclaro, no repudio la idea que las chicas gusten pasarla bien con más de uno, no me rasgo las vestiduras porque una mujer le es infiel a su pareja tal como lo puede ser este. No estoy en contra de las hombreriegas o las aplicadas doña Juana. Pero carajo, no digan que las mujeres son la especie inmaculada, libre de cualquier amago de infidelidad. Ya paren con eso.
No estoy resentido con ninguna chica. Es cierto que en algún tiempo lejano, una de ellas me hizo cornudo. Pero también es cierto que podría hacer una lista extensa de chicas que conozco y que aparentan ser tranquilas, pero que les fueron infieles a los babosos de sus enamorados, novios o esposos.
Este post no es una venganza atrasada, ni procuro reivindicar a los hombres de las sentencias sin juicio. Pero en aras de la igualdad de género, esa que tanto defienden las feministas, equilibremos la balanza y postulen a las chicas para el premio del Mañoso del Año. De seguro habrá sorpresas…

3 comentarios:

ECAZUL dijo...

Me pregunto...¿porque escribes esto ahora?...y es cierto en este mundo hay de todo, y si de igualdad de género hablamos, hay hombres como mujeres más que picaras o tramposas......

Frida Milena dijo...

Ay amigo la verdad es que tienes mucha razón en lo que escribes. Claro no es mi caso, pero más me suenan a palabras de hombre despechado... Muchas están aplicando la ley del Talyón: ojo por ojo y diente por diente... Así que calladito no más

Claudia dijo...

te saluda doña Juana,
nosotras tambien somos más descaradas q ustedes a vces...
tienes razon

un abrazo!