miércoles, 27 de mayo de 2009

Mi mamá es chola. Y mi viejo, serrano…

A Renzo Schuller y Jimena Lindo, las críticas los han triturado. Responder a una pregunta boba de Denisse Arregui durante una de las ediciones del programa “Mesa de Noche”, en Plus Tv, los ha hecho protagonizar, sin quererlo, un chiqui drama, aduciendo que los actores fueron traicionados por su inconciente, y exteriorizaron el espíritu racista que -dicen- estilan camuflar los pitucos, los blanquitos de apellido compuesto o acomodado, contra los cholos, de apellido popular.
Cuando Arregui preguntó qué hace en Cannes, la galardonada actriz Magaly Solier, Schuller automáticamente respondió: vendiendo chompas. Y Lindo agregó: vendiendo chuño. Los tres rompieron en carcajadas, lo que se entendió como un acto racista, condenable para quienes a diario tienen que lidiar con el cargamontón de los que los hacen sentir más cholo que un cholo, y más negro que un negro.
Schuller, en su defensa, ha dicho que en todo caso la joda fue contra Arregui, porque su pregunta tenía una respuesta obvia. Solier, dice, es una actriz que viajó a participar de la gala de un Festival de Cine con la expectativa de repetir el plato de Berlín. La respuesta, insistió, caía de madura. Y de ahí provino el comentario que luego ha sido manoseado, deformado y utilizado para lanzarles dardos a los “racistas”.
Y aunque Jimena Lindo ha preferido saltar el tema, Schuller entiende que su compañera entendió la joda contra Arregui, y la complementó, sin ánimos de maltratar a la Solier, que por cierto ha tomado deportivamente este asunto, negándose a creer que sus colegas actores, y también amigos, hayan podido ensayar una malévola broma por su naturaleza ayacuchana.
Rosa María Palacios ha abordado el tema, invitando a la libre interpretación de los hechos. Beto Ortiz y el Chino Miyashiro también debatieron el comentario de Schuller y Lindo, pero este dúo -abrazado de la malicia televisiva- fue más allá, centrando la discusión en que adicionalmente al gesto racista de los conductores, Plus Tv es una canal racista, una televisora que tiene espacio reservado sólo para los blanquitos, y que se reserva el derecho de admisión a quienes no tiene similitud con la pigmentación de su piel.
Después de esta larga introducción, debo decir que el pecado de ser racista radica en que lo digamos. Porque mientras nos quedemos callados, nadie, ni los nazis reciclados, podrían mandarnos a la horca de la opinión pública, por decir -entre insultos- que no congeniamos con gente de expresiones étnicas distintas.
Debo decir en mi contra que por ratos expreso sentimientos racistas. Y aunque quienes han sido víctimas de mis comentarios estúpidos, dudan que ello ha sido sólo una broma arrancada de la joda de otros, es verdad. Guardo un sincero respeto por aquellos amigos y amigas a los que por ratos les digo cholos, y negros. Entiendo que a veces a ellos les ha jodido que los maltrate con frases hirientes, y aprovecho este espacio para disculparme por las bromas -que al burlar mi vigilancia- superaron la barrera de un chiste tontón.
Hoy, mientras me vestía y al verme en el espejo, me pregunté, quién era yo. Mi reflejo guardo silencio. Y es que si mi mamá es chola y mi viejo, serrano, podría decirse que soy un mestizo disfrazado por la naturaleza (ver la foto de presentación del blog), pero guardo mis dudas.
Sigo siendo de la clase media, aún viajo en combi (o camino largo tramo cuando no tengo un céntimo en el bolsillo), almuerzo en un mercado un menú de 3 soles (a veces no como), no compro periódicos porque los leo en la chamba, me dejo el cabello largo porque quiero ahorrarme el costo del paseo por la peluquería, no recargo mi celular con frecuencia, y pico deportivamente a quienes en forma solidaria quieren extenderme un crédito casero, libre de intereses bancarios. Yo también, el hijo de la chola y el serrano, es apaleado por el racismo oculto en los verdugos asolapados.
Que este post no se entienda como un texto renegado de un tipo que envidia lo que él no tiene. Es sólo recordar que el racismo se esconde, y cuando salta de la boca con descaro, será lapidado por quienes piensan igual. Claro, hay quienes deploran el racismo en todas sus formas, aunque por ratos se les chispotee. Ojalá y nuestros hijos sepan del racismo por los libros de historia, y no porque lo vivan...

miércoles, 20 de mayo de 2009

De reojo...

Es fácil no desear a la mujer del prójimo cuando esta es fea o gordita. Pero cuando es guapa y de figura dibujada con una mano divina (por no describirla con otros adjetivos hot), esta chamba sí que es harto complicada. Hablo en voz alta por aquellos que piensan como yo, pero que no se atreven a decirlo. Escribo este post por quienes sintonizan conmigo en la idea que de algunas enamoradas de otros chicos (en algunos casos, amigos), están power. Digito estas letras por esos chicos que quisieran que las chicas “juertes”, tengan una relación con ellos, y no con el vecino, con tu pata del barrio, con tu choche del cole, de la universidad o el trabajo. Este es un remedo de homenaje por los calzonudos que se rompen el ojo, pero de reojo.
Que en los mandamientos católicos se diga que tienes terminantemente prohibido consentir pensamientos o deseos impuros, te limita a mirar a la enamorada del samaritano al que envidias con justa razón, cerrándote las puertas para que alucines con ellas bajo sábanas de cualquier color. Pero como la mayoría de católicos siembran la costumbre de no cumplir los mandamientos tallados en la conciencia de pocos, es que la orden suprema de no codiciar los bienes ajenos, también puede ser burlada, para disfrutar en secreto de las fantasías eróticas que te inspira la mujer del prójimo.
Te jode que las chicas lindas estén con tipos bendecidos con la belleza de un perro bulldog. Y piensas en la célebre frase de los filósofos urbanos Chicho y Lecca (unos amigos de joda y bomba): “mucho pescao pa’ ese gato”. Y es verdad, es exageradamente bondadoso que la vida ofrezca un potaje A1 a otros, y no a ti. Crees que maliciosa y despiadadamente la vida ha confabulado para que veas de cerca y lejos que los demás tienen lo que crees tú no (a veces erramos en esta percepción).
Es probable que el prójimo también tenga alucinadas calientes con tu mujer. Pero casi nunca, ni las víctimas ni los victimarios, se enteran. Es probable además que esas féminas deseadas por el vecindario entero tengan una lista de defectos parecida a la lista del supermercado, pero eso no importa cuando pasean con prendas provocativas que dejan ver el infinito a un paso de tus ojos.
La figura se torna más jodida de lo que es cuando ellas, por un simplísimo gesto amable, te sonríen. Si antes te alucinabas al pie de la cama con ellas; con la sonrisa, te ves desnudo besando los cuernos de tu amigo. En ese momento te apetece dinamitarlo para ser tú el sustituto inmediato.
En este mundo pecaminoso, disfrazado por ratos de puritano, es posible que el impulso mañucón de ellos haga que ellas se animen, y concientes de la infidelidad, se enciendan sincronizadamente.
Mientras escribo este post, saludo por el messenger a una ex enamorada, ahora amiga. Le cuento sobre lo que escribo, y me da más ingredientes para sazonarlo. Me recuerda que a las mujeres le sucede lo mismo: también desean al hombre del prójimo, o peor aún, al amigo del pretendiente o enamorado.
“Somos más pudorosas cuando vemos a un chico que está bueno y es enamorado de otra chica. No evidenciamos que queremos comerlos con la mirada como hacen ustedes, los mañosos”, me dice ella, revelándome que el ser ajeno también le despierta deseos condenados por Diosito. Incluso me confesó que mientras andábamos en la universidad miraba otros chicos, y aunque no lo dijo abiertamente, me dejó el mensaje en caleta que también gustaba de ellos, siéndome infiel con el pensamiento.
Desear con desenfadada pasión a la pareja del otro no es un virus que apareció en este siglo, junto a la gripe porcina. Tu abuelito deseó a la abuela de tu amigo, y lo mismo sucedió con los abuelos de estos. En el futuro, nuestros hijos también convivirán con la sensación de querer levantarse a la flaca o el flaco de sus amigos o conocidos, pero quizá contendrán esas ganas locas de besar al extraño, y de traicionar de pasadita a sus enamorados, en caso anden emparejados.Si en los últimos días te haz encontrado con la mujer o el hombre del prójimo que están “rebuenos”, y no puedes palparlos, no te aconsejo la resignación, ni que tientes al diablillo de la infidelidad, no me atrevo a recomendarte que trames planes silenciosos porque cualquiera de los caminos pueden conducirte a la autodestrucción, o mantenerte como rehén medianamente complacido de un deseo frustrado. Puedo librarme del consejo que buscas, con el legítimo argumento que este no es un blog que calque un buzón amoroso que capta consultas desesperadas. Pero ojo, que el potencial cornudo también te mira de reojo.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Un año y varios años después

Luna, mi hija, cumple mañana un año de nacida. Han corrido doce meses desde que la vi por primera vez envuelta en una colchita rosa. La gordis me dibujó una gran sonrisa cuando me dijo por primera vez papá, y hace poco dibujó otra, al mostrarme cómo caminaba sin ayuda de nadie.
Hace un año me subí por primera vez a un avión para participar de una cumbre internacional de jefes de Estado de varios país de Asia y el Pacífico. Hace un año conocí a periodistas de diferentes partes del mundo, y aprendí que me resta mucho por aprender (en eso ando).
Hace un año (carajo) no imaginé que sería tío tan pronto, porque mi hermanita, la peke de la casa, va a ser mamá en noviembre. Hace un año, no supuse que tendría las ganas locas de querer abrazar como loco a mi sobrino que duerme en el vientre de mi hermanita. Hace un año hacía votos para que mis padres aún estén en casa, y ayer, la machi (mi mamá) tuvo una recaída que me sembró varios miedos, como el de perderla.
Hace un año campeonaba con un grupo de amigos en el campeonato de fútbol que convocó la universidad. Hace un año trabajaba en la Cumbre y no planeaba celebrar mi cumpleaños, a diferencia de este domingo 17 en el que espero pasarla con la familia y amigos, en la casa a donde me mudé hace poco con mi mancha.
Miro atrás y veo otros episodios en mi vida que recuerdo y guardo en el baúl que descansa bajo mi almohada. Pero no sólo de un año atrás, sino de varios otros años, en los que las alegrías y las penas tenían otro rostro. Veo a los amigos que se fueron, y a los que llegaron. Checo en mi historial médico que hace seis años pesaba menos que ahora. Veo a Manu, mi primogénito, que se alista para cumplir seis años en agosto, y me veo con ganas de no desgastarme para cosechar nuevas historias... Hasta el otro miércoles

viernes, 8 de mayo de 2009

De vacaciones...

Esta semana la inspiración está de descanso. Salió de vacaciones conmigo, así que el siguiente post está programado para la siguiente semana. Espero no se alejen y sigan visitándome. El próximo miércoles habrá un nuevo post. Saludos.