miércoles, 27 de enero de 2010

Ni cagando te cuento...

"De eso no hablo", suelen responder las chicas, cuando alguien osa husmear en su vida sexual, cuando quieren conocer si ya perdió la virginidad, la frecuencia con la que desordena la cama, o el número de chicos con los que cruza fluidos. No hay defensa más cerrada que la de ellas, cuando las llevas a rastras al campo sexual. Claro, no son todas, pero sí la mayoría, y una mayoría abrumadora, que en términos estadísticos, me animaría a decir que bordea al 90% de población femenina, cifra envidiable para los políticos que buscan la aceptación del electorado, al menos en las encuestas.
Pareciera que no oyen en RPP al doctor Maestre y asumen que hablar de sexo sigue siendo un tabú, que charlar sobre la dinámica sexual es casi casi hablar de "algo malo", que el "papa lindo" se va a enojar si admites que ya haces el amor, o en un escenario más frívolo, ya tiras.
Entiendo que hay límites en todo, sin excepciones, pero comprendo también que no hay razones aparentes para excluir de una charla amena de café, lo referido a la actividad sexual de tu amiga.
He conocido a chicas que no siendo vírgenes, aseguraban serlo, por miedo a que pensara que eran suelta de bragas. Y en verdad no. Cruzar al lado opuesto de la frontera no significa que la "hayas cagado" y que debas esconderlo. Ellas mismas, al entender que las consecuencias de reconocerlo no son apocalípticas, cuentan, exagerando en detalles, aquella primera vez, aquella por la que se negaban a levantar la cara del piso.
Si alguien las pilla saliendo de un hotel, o ingresando a uno, es fijo que lo negarán. Dirán de pronto que se confundieron, y que era otra chica con aspecto físico similar, que ella a esa hora estaba en misa o con su mamá cocinando. Y si aceptan que estaban con el enamorado, será mirando el sol caer, cuando en verdad estaba poco más de ello, mirando las estrellas y acariciando el paraíso.
Para ellas es más complicado hacerlo y hablarlo. No se trata de hablarlo con todo mundo, pero sí con los patas, de la misma forma que ellas quieren que les chismeemos de lo nuestro.
Camila dice que "ni cagando me contaría", mientras que Andrea insiste con la excusa que "es parte de mi intimidad", y Roxana tira largas y no niega ni afirma, pero en verdad hace esto último con su zigzageante discurso puritano. Fernanda, de la que dudo continúe en el club de las vírgenes, me asegura que a sus 25 años no se ha desafiliado e ignora las formas íntimas masculinas.
Ver sus fotos en el face, pegaditas al cuerpo de sus enamorados, puede ahorrarnos la pregunta y concluir por sí solos que el amor los unió por los genitales, que la fría pasión sexual los arropó bajo una misma manta, que ya lo hacen, y no está mal... nunca estará mal. ¿Lo entienden?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Que defensor de la sexualidad femenina!!. jaja

JOhanna Gálvez dijo...

jajajajajjaja
shhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh q buena.. a los años que entro!! =D esta bastante bonito el blogger

Proyectarq SAC dijo...

el machismo amigo, dejame decirte, es lo que obliga a las mujeres a tener que inhibirse del tema... el machismo que aun perdura en la actual sociedad... hace algunos días hablaba de esto con una amia y en verdad, ella que conoce un poco más el tema y que lo habla entre féminas, me dijo que al igual porcentaje que muestras y te atreves a informar en tu artículo, son las muejres que simplemente obvian hablar del tema sexual y niegan haber tenido intimidad con un hombre, para simplemente, no sentenciarse frente a ellos.

Una Mariposa y Facundo dijo...

las mujeres seguirán ocultándose, mientras tengan sus fantasmas prejuiciosos presentes...